Este año, aquí en España se celebra el aniversario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Nació el 28 de Marzo de 1515 y falleció el 4 de Octubre de 1582.
Se conoce su faceta como religiosa, como literata y la fundación de su orden las Carmelitas Descalzas derivada de la orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, que la llevó a fundar conventos en distintos lugares. Pero poco se sabe de sus orígenes familiares.
La Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo,se fundó en el S.XII. Era una orden mendicante de ermitaños que se retiraron a vivir y orar a Palestina, inspirados por San Elías.
Teresa siendo niña, tenía gusto por estas actividades.
Para comprender la razón por la cual únicamente utilizaba el nombre de Teresa de Ahumada y posteriormente sólo el de Teresa de Jesús, hay que remontarse a su abuelo, don Juan Sánchez de Toledo y a su abuela, doña Inés de Cepeda.
Don Juan era "mercader" en Toledo, es decir, era más que artesano o industrial, ejercía a la vez de comercial y financiero con productos costosos como joyas, sedas, libros, etc, en varios lugares y tratando con diferentes gremios. Tenía en propiedad tiendas en los principales mercados de Toledo.
Vivía con su familia en una casa señorial en el barrio toledano de Santa Leocadia ( casa que luego compró Garcilaso de la Vega). El comercio con sedas y paños, así como los contactos que tenía con diferentes clases estamentarias, le facilitaba mantener disimulada su condición de converso y que mantenía en secreto la práctica del judaísmo, y mantener sus actividades y posesiones.
Doña Inés de Cepeda, esposa de don Juan y abuela de Teresa, era oriunda de Plasencia y ella junto a su familia, también eran judíos conversos. La familia se estableció en Toledo. La belleza de Inés y ese orígen despertaron algunos recelos y envidias en el entorno social.
Cuando el Tribunal de la Inquisición llegó a Toledo, en 1485, el padre de Teresa, Alonso, tenía 6 años. Don Juan ante esta situación y dado que un familiar de Inés, tuvo que huir a Roma al ser denunciado por judaizar, se planteó que la Inquisición no tardaría en investigar y descubrir que seguía siendo fiel al judaísmo, o bien tener que responder ante una denuncia ajena. Por ello, la familia decidió acogerse al plazo que el Tribunal había dado para confesar culpas y reconciliarse de forma voluntaria. Le impusieron una pena leve, llevar un San Benito los Viernes y el pago de una suma, y fue reconciliado él y su familia, por lo que pudo mantener sus actividades comerciales y mantener a salvo a su familia.
Pero los acontecimientos que observaba en esos años, no le ofrecían la seguridad que él pensaba que había obtenido por lo que ideó un plan:
Por un lado, logró comprar el título de hidalguía para sus hijos, con el fin de que se les considerase " Cristinos" o cristianos viejos ( limpieza de sangre).
Por otro lado, anticipando un desastre social inminente, decidió trasladarse de Toledo, de modo que doña Inés y sus hijos fijasen su residencia en otro sitio, sin que pareciese una huida, por lo que eligió Ávila y allí fue montando una tienda de sedas. Inscribió a su familia en esa ciudad con otro apellido, Piña, omitiendo Cepeda. Una vez allí, procuraron ostentar actividades y costumbres propias de los hidalgos, casando convenientemente a sus hijos.
Teresa de Jesús, siempre estuvo atenta y alerta, para evitar que se supiese su origen judío, especial recelo sentía por el padre Gracián quien con bastante frecuencia hacía comentarios acerca de sus apellido Cepeda, ante los que ella respondía aludiendo a que lo importante era su fervor religioso y que más grave era cometer ciertos pecados en el presente, quizá indicando con ironía algún resbalón del padre Gracián.
No hay comentarios:
Publicar un comentario